El confinamiento solitario en las prisiones se ha convertido en un problema creciente, no solo para los prisioneros, sino también para el personal de las prisiones. John Podmore, ex gobernador de prisión y profesor de sociología, advirtió sobre una "bomba de tiempo" ya que los oficiales de prisión se sienten inseguros, con falta de personal y mal pagados.
Podmore explicó que la situación es una "tormenta perfecta que ha estado gestándose durante bastante tiempo y ahora está llegando a un punto crítico". Señaló el "problema de reclutamiento y retención", culpando a los recortes de presupuesto que resultaron en la eliminación de oficiales experimentados y la contratación de personal más joven y barato que "tenía dificultades para hacer frente".
La pandemia de Covid-19 ha exacerbado aún más el problema. Durante la pandemia, las prisiones "se deslizaron hacia una especie de confinamiento solitario masivo". A medida que los prisioneros se desbloqueaban más y más, los jóvenes e inexpertos oficiales de prisión no estaban acostumbrados a lidiar con prisioneros frustrados y enojados, y decidieron que podían "ganar el mismo dinero en una situación menos estresante".
Podmore también abordó el tema del confinamiento solitario como resultado de Covid-19, describiéndolo como "horrendo". "El confinamiento solitario significa vivir solo o con alguien más en lo que es efectivamente un espacio de estacionamiento cuando estás allí durante 23 horas al día... es tortura", dijo.
Es evidente que el confinamiento solitario no solo es inhumano, sino que también está contribuyendo a un problema de retención de personal en las prisiones. Es hora de que se realicen cambios fundamentales en la forma en que tratamos a los prisioneros y al personal de las prisiones.
Fuente: www.lbc.co.uk
